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En un nuevo encuentro entre Mauro Libertella y Cayetano, en el que hubo anécdotas y nuevas confesiones, el periodista contó que la actitud soberbia que se apoderaba de él cuando era jugador lo hacía sentir invencible. Creía que podía dominar al juego, las apuestas y que las decisiones que tomaban eran propias.
Por eso, cuando empezó a participar de las reuniones de Jugadores Anónimos, una de las primeras cosas que le dijeron era que había que bajar esa soberbia para, con el tiempo, aceptar la adicción y empezar a tratarla.
Como uno de los principales objetivos de Cayetano en este libro es, además de compartir su experiencia, ayudar a cualquier persona que se encuentre en una situación similar, la dupla decidió que agregarán un capítulo sobre el peor momento de ludopatía, el famoso momento en el que tocó fondo, entró en crisis, se le vino la oscuridad.
El periodista contó que uno de sus mayores miedos era la soledad: ¿qué pasa si pierdo a la gente que quiero? ¿Y si dejan de apoyarme?
Además, reveló que durante esa época, el juego llegó a afectarlo también físicamente: sentía angustia, falta de hambre y nada de ganas de salir de la cama. El combo era completo.