Gatito es un pequeño muy travieso que se la pasa jugando y, como un tornado, desordena todo a su paso. Su mamá y su papá empiezan a estar un poco hartos del caos que provoca. Parece que los adultos están por llegar al límite de la paciencia, pero aparece una solución ideal para manejar la situación y que los hará darse cuenta de que los gritos nunca son una buena opción.