Si el lector lee este libro, acepta: comunicarse telepáticamente en el supermercado con una fuerza invasora; trabajar como un esclavo luego de la prohibición de la mano de obra androide; formar parte de un museo para que los robots aprendan qué significa ser humano; compartir sus sueños y también su cuerpo, o al menos su imagen; aprender un lenguaje alienígena para no sentirse tan solo en el espacio; recomendar cada uno de estos ocho cuentos a todos sus amigos.
«El museo de la memoria humana» de Valentino Cappelloni interpela, moviliza y nos sigue fascinando mucho después de haber terminado el libro. Su alquimia narrativa nos transporta a mundos imposibles habitados por seres que asombran: entes acuáticos o de vidrio, androides y humanos, cuyas historias de una imaginación audaz deslumbran una y otra vez».
Son ocho cuentos de ciencia ficción y fantástico, con ese dedo en la llaga a lo Black Mirror pero con una diferencia: no todos son así de pesimistas. Valentino se mete con el futuro, la tecnología y los monstruos pero no lo hace desde una posición moral, sino desde el suelo, a la misma altura que los androides reventados y los alienígenas que se arrastran.
Un pequeño adelanto: en el cuento que da título al libro un robot intenta explicarle a sus colegas que la belleza deportiva no significa ser el más rápido o el más fuerte, sino lograr lo que no se puede imitar: intenten copiar el gol de Maradona a los ingleses y van a fallar; para lograrlo hay que aprender a ser espontáneo. El autor lo sabe y por eso cada uno de estos relatos es diferente al otro. Los cuentos de El museo de la memoria humana no comparten un mismo mundo; los multiplican.
Jere Madrazo
y el autor comparten una charla en la que conocemos al escritor de «El museo de la memoria humana» en primera persona. En esta entrevista 360 pueden desplazarse con el mouse y ver la entrevista desde el ángulo que quieran.
Valentino Cappelloni nació en Mar del Plata en 1992. Estudió Artes Audiovisuales en la Universidad Nacional de las Artes. En el 2019, uno de sus relatos se publicó en la antología Divino tesoro de la Bienal de Arte Joven. Fue miembro del Comité Organizador del Congreso Gombrowicz y tradujo Todos los platos del menú de la poeta norteamericana Ellen Bass.
Los libros de la «Colección Central» representan el espíritu
de la mítica revista Orsai: lectura entretenida pero nunca frívola; historias fáciles de leer pero que se quedan en la cabeza mucho tiempo. Estos volúmenes tienen algo en común: son libros que sacuden la estantería de tu biblioteca y te hacen querer completar la colección.