En una nueva reunión entre Cayetano y Mauro libertella, el periodista contó anécdotas tremendas en vivió en algunas noches de apuestas.
Mauro, que escribirá la historia de Cayetano, trajo algo muy interesante que había surgido en el streaming #7: las veinte preguntas que se le hacen a cualquier ingresante de Jugadores Anónimos. Si la persona contesta afirmativamente siete de ellas, se considera que tiene una adicción al juego y pasa a formar parte del programa.
Les dejamos las preguntas que respondió Cayetano cuando tocó fondo y se dio cuenta de que necesitaba ayuda.
Como ya dijo Cayetano en varias ocasiones, una de sus intenciones cuando pensó en armar este libro es ayudar a cualquier persona que esté en una situación similar, o que tenga a un ser querido atravesando la adicción al juego y no sepa cómo ayudarlo. Por eso, en las reunión con Mauro cuenta cada anécdota, experiencia o sensación que atravesó con muchísimo compromiso.
Esta vez, contó que uno de sus primeros acercamientos al mundo del casino fue a los 16 años, en un viaje familiar en Las vegas. Entró al casino de infraganti y jugó dos fichas hasta que los guardias se dieron cuenta de que era menor y tuvieron que irse.
Ya de adulto y en el pico de la adicción, narró que una noche, con un amigo, llegaron a ir seis veces al casino. Se quedaban sin plata, iban a su casa a buscar más. Volvían, apostaban, perdían. Iban a buscar más a la casa del amigo. Volvían, apostaban, perdían. Iban a buscar más al negocio del amigo. Volvían, apostaban, perdían. Y así se les fue la noche.
También Cayetano contó que hubo cosas buenas. Nunca se sintió discriminado o victimizado en un nuevo trabajo, como tampoco se vio afectada su reputación, porque recordemos que con los años fue haciéndose un lugar en el ambiente del periodismo deportivo y su nombre empezó a sonar en los medios.
Para sorpresa de Mauro y Caro Martinez, editora del libro que nos acompaña en cada streaming, Cayetano contó que muchas veces, cuando en Argentina no encontraba apuestas porque era de noche, se ponía a jugar online en otros países. Por ejemplo, llegó a estar apostando en simultáneo para varios partidos de cualquier deporte. Recuerda, incluso, una vez en la que jugó plata por un equipo de voley japonés femenino en el que solo podía darse cuenta si ganaba o perdía comparando la apuesta de otros jugadores.
Vas a poder participar de reuniones, sorteos, streamings, ficciones sonoras, concursos y, sobre todo, la experiencia única de contar historias sin nadie en el medio.